EL ASTUTO CRIMEN

Hace una semana, una trágica noticia sucedió en Atlántida, Uruguay, cuando Julián Chapars le debía una cantidad importante de dinero a su primo Fernando Geimbhen, Julián le había pedido que lo acompañara a una casa de temporada que había alquilado en Atlántida y allí le cancelaría la deuda asumida. Esta trama había sido pensada por Julián con el sólo objetivo de deshacerse de su acreedor.

Ambos iban en el automóvil, cuando Julián Chapars se detuvo en medio de una ruta y cuando bajó comenzó a caminar y Fernando lo siguió hasta el estanque. Fue en ese momento que, Fernando recibió un golpe en la nuca que lo desvaneció.

Más tarde, el informado dormía por siempre en el fondo del estanque cargado de peso con enormes piedras de más de treinta kilos cada una, sujetadas por alambres robados.

Julián Chapars después de terminar su lúgubre tarea, durmió muy mal y a la madrugada se levantó para revisar el automóvil y examinar si el crimen reunía las características del crimen perfecto.

Julián Chapars había procedido sin armas, no había dejado huellas y antes de dar el porrazo había observado a sus alrededores para asegurarse de que nadie observaba la escena del crimen.

Los fiscales investigaron la escena y recabaron testimonios de algunos lugareños, fue así que Sandra Martinez les comento: "Yo salí a cosechar maíz y vi a pocos metros un auto parado con dos personas de aspecto extraño y se escuchaban algunos gritos"; a este relato se le sumaron los dichos de Marcos Ferré quien aseguró que había visto cerca del estanque un hombre arrojando lo que le pareció un objeto pesado.

Atento a ello las autoridades prosiguieron la búsqueda y encontraron marcas de zapatos en el pasto, las huellas examinadas correspondían al señor Julián Chapars, quien se puso muy nervioso al enterarse por parte del guardabosques que el estanque cada tres años su dueño manda a vaciarlo.

Al mismo tiempo advierte que un camión con obreros se detiene en el lugar para hacer dicho trabajo, el asesino comienza a pensar en su condena.

Lamentablemente para algunas personas el dinero vale más que la vida, la tranquilidad y los principios.